Descripción
Okarun y los demás salen victoriosos de su lucha contra el dios serpiente, pero persiste una amenaza: la posesión de Jiji por parte del Ojo Malvado. Ni siquiera el exorcismo de la abuela Seiko sirve de nada. Para complicar aún más las cosas, cada vez que Jiji entra en contacto con agua fría, el Ojo Malvado recupera el control y ataca. Sin opciones, el grupo decide que su mejor curso de acción es vigilar a Jiji juntos hasta que se pueda realizar un exorcismo adecuado, ¡cuando sea que eso suceda!